



CHIAROSCURO
FALL WINTER 25
En el sosiego entre el día y la noche, donde la luz perdura y las sombras se profundizan, se despliega una danza etérea entre lo visible y lo invisible. Drapeados en paneles caen sobre siluetas escultóricas, creando un movimiento que se siente intencionado y, a la vez sin esfuerzo. Este lenguaje se proyecta en una paleta melancólica de negros profundos, suaves grises, serenos azules medianoche, tonos rojizos y amarillos cálidos—matices que evocan la esencia misma de esta dicotomía.
CHIAROSCURO celebra la poesía que habita en el contraste. Porque la verdadera belleza no reside en la luz plena o en oscuridad total, sino en ese espacio donde ambas colisionan—donde la suavidad se encuentra con la fuerza y la claridad se disuelve en el asombro.